Northern Root-Knot Nematode

Meloidogyne hapla

En todo el mundo

El primer síntoma sobre el suelo es una falta general de vigor de las plantas. Con el tiempo, el follaje se vuelve clorótico, con una muerte progresiva de las hojas más viejas, y las plantas se atrofian. Cuando se arrancan las plantas enfermas, es fácil ver en las raíces hinchazones irregulares, llamadas agallas o nudos. Estas agallas suelen ser pequeñas y uniformes en comparación con las causadas por Meloidogyne incogmta, que suelen ser grandes y compuestas. Cuando esta enfermedad es grave, todo el sistema radicular se cubre de pequeñas agallas y presenta un aspecto ramificado como resultado de la formación de raíces secundarias adyacentes a las agallas en desarrollo.

Este nematodo tiene una gama de hospedadores muy amplia, incluidos muchos cultivos de hortalizas y malas hierbas en los que puede crecer e invernar. Puede introducirse en campos o invernaderos en trasplantes infectados, en tierra infestada en equipos de cultivo o a través del agua de riego. Una vez presente en un campo o invernadero, puede propagarse de sus hospedadores alternativos al tomate a través de las prácticas típicas de cultivo. Aunque este nematodo puede causar la enfermedad en muchos tipos de suelo, los daños en las raíces son más graves en los suelos más ligeros y arenosos. Las temperaturas moderadas del suelo (16-20°C, 61-68°F) favorecen la reproducción del nematodo y el desarrollo de la enfermedad.

En la actualidad, no existen variedades comerciales resistentes a Meloidogyne hapla, por lo que deben utilizarse controles culturales y químicos para controlar esta enfermedad. La fumigación del suelo o la pasteurización deben utilizarse cuando sea factible. Además, el uso de trasplantes certificados libres de la enfermedad y la rotación a un cultivo no hospedante pueden ayudar a reducir las pérdidas.