Guías de Enfermedades

Herbicidas e insecticidas.

En todo el mundo

Los síntomas por daños químicos difieren según la dosificación y la etapa de crecimiento de la planta al quedar expuesta. Los herbicidas de contacto, que afectan sólo a los tejidos de la planta directamente expuestos, típicamente provocan puntos necróticos o cloróticos en las hojas, tallos y frutos, pero pueden matar a las plántulas pequeñas. Los herbicidas sistémicos, localizados por toda la planta, provocan una variedad de síntomas que van desde una coloración intravenosa amarillenta y necrosis en la vena hasta clorosis foliar general. Pueden también desarrollarse puntos necróticos, necrosis al borde de la hoja y torceduras en la hoja. Los tallos pueden deformarse, hincharse o fisurarse. El fruto puede ser excesivamente grande o pequeño e irregular. El daño por insecticida puede presentarse como necrosis al borde de la hoja o lesiones necróticas en el follaje.

Los químicos etiquetados para usarse en pimientos o berenjenas generalmente no causan daños, a menos que sean aplicados en cantidades excesivas, a temperaturas altas, en la etapa de crecimiento equivocada o durante condiciones climáticas desfavorables. Algunos herbicidas de pre-siembra pueden permanecer activos en la tierra el tiempo suficiente para causar daños a futuras plantaciones. Pueden ocurrir daños debido a la deriva del herbicida cuando han sido rociados cultivos adyacentes o malezas. Generalmente los daños por deriva son más severos al borde del terreno más cercano al área rociada con los químicos. El equipo de rocío contaminado puede causar daños si no se siguen los procedimientos adecuados de limpieza después de cada aplicación de químicos.

Usar siempre los herbicidas e insecticidas como se indica en la etiqueta y aplicarlos solamente durante las condiciones climáticas apropiadas. Almacenar herbicidas e insecticidas de acuerdo a las recomendaciones de la etiqueta.