Agente causal
Virus del mosaico del tabaco (TMV), virus del mosaico del tomate (ToMV) y virus de moteado leve del chile (PMMV).
Vector
Transmitido mecánicamente sin vectores de insectos conocidos.
Distribución
En todo el mundo.
Decoloración vascular leve (izquierda) y grave (derecha) del pimiento.
Síntomas
Los síntomas de infección por TMV y ToMV en chiles y berenjenas pueden variar mucho dependiendo de la cepa del virus, la temperatura, la intensidad de la luz, la duración del día, la edad de la planta cuando fue infectada y el cultivo. Los síntomas foliares incluyen mosaico clorótico, deformidad y a veces necrosis sistemática y defoliación. Las plantas infectadas al ser retoños pueden ser impedidas de su crecimiento y generalmente son cloróticas. Las plantas infectadas producen frutos desfigurados normalmente muy pequeños con áreas cloróticas y/o necróticas distintivas. Los síntomas foliares del PMMV también son variables pero generalmente son moderados. Las hojas desarrollan un mosaico sutil, pueden estar arrugadas y se mantienen pequeñas. Los síntomas podrían aparecer primero en el fruto. El fruto puede estar moteado y necrótico, usualmente pequeño y deforme y tener una apariencia áspera o arrugada.
Condiciones para el desarrollo de la enfermedad
El TMV y el ToMV tienen un rango muy amplio de hospederos e infectan a más de 200 especies de plantas, incluyendo variedades de chiles, tomates, berenjena y tabaco. El PMMV puede infectar a todas las especies de chiles, pero no a todas del tomate, tabaco o berenjena. Los trasplantes, semillas y trasplantes infectados son fuentes comunes de inóculo. Estos virus pueden ser encontrados sobre y debajo de la cáscara de la semilla y en el endospermo. Los tobamovirus son muy estables, y una propagación extensiva puede ocurrir a través del manejo, herramientas, bandejas, macetas, guías, cordeles y ropa, así como por la polinización, la poda y otras prácticas culturales. Los tobamovirus pueden mantenerse viables por varios años en residuos vegetales, pero generalmente pierden su habilidad de infectar conforme se descomponen los residuos.