9 de agosto de 2018
Hasta hace unos cuantos años, la agricultura en México se limitaba a la forma de riego tradicional, es decir que los ciclos de agricultura se adaptaban a las distintas estaciones del año y a lo que el medio ambiente les ofrecía. Dependiendo de la cantidad de lluvia era la hortaliza que se sembraba, y aunque efectivamente se puede lograr una buena cosecha al depender solamente del clima, con este método se corre siempre el riesgo de que ocurra una variación en la temporada, lo que afectaría seriamente cualquier cultivo.
Poco a poco, con el pasar del tiempo, en nuestro país se comenzó a aprovechar de manera eficiente los recursos acuíferos usando la tecnología necesaria para saber cuándo, cómo y cuánto regar. A esto se le llama “riego tecnificado” o “tecnificación de riego”. Este progreso permite aplicar el líquido de forma localizada y de manera oportuna, además de que hay un sistema de riego distinto para cada tipo de suelo o condiciones topográficas.
En esta ocasión te contaremos sobre los distintos métodos de riego agrícola, entrando más a detalle en el sistema más eficiente y moderno: el riego por goteo.
Los sistemas de riego no sólo mejoran la producción en regiones difíciles, como zonas semi-áridas o secas, sino que también tienen ventajas ambientales, pues se suministra la cantidad de agua necesaria a los cultivos minimizando el desperdicio. También con ellos se ahorra tiempo, porque el riego tecnificado puede cumplir con diversas tareas en pocos jornales, como regar, fertilizar, controlar plagas, combatir enfermedades, etc.
En nuestro país, aproximadamente 22 millones de hectáreas agrícolas se siembran cada año, pero sólo 6.5 millones cuentan con algún tipo de sistema de riego. Y aunque esta cantidad sea pequeña, las hectáreas que cuentan con riego tecnificado producen más de la mitad de la producción agrícola nacional, pues una hectárea con estas herramientas y métodos puede ser hasta tres veces más productiva que una con riego de temporal.
Según sus características, los tres tipos más importantes de sistemas de riego son los siguientes:
El riego por gravedad tiene distintas formas de implementarse, como el riego por surcos, en el que el agua se transporta a través de canales. Este sistema utiliza la diferencia de altura entre el punto de captación y el área de regadío, lo que permite que el líquido se mueva, como su nombre lo indica, por efecto de la gravedad. Este método tiene una eficiencia de riego de 40-65%, pues no es tan fácil controlar la cantidad de agua utilizada -llegando incluso a desperdiciarse debido a filtraciones o fugas durante la conducción-, además de que la corriente puede transportar patógenos o semillas de maleza.
Como segundo sistema tenemos el riego presurizado, que se divide en dos métodos principales: aspersión y micro aspersión.
La aspersión consiste en simular la precipitación natural, pero controlando tiempo e intensidad. Los aspersores se diseñan para operar de acuerdo a los requerimientos de cada cultivo, con diferentes presiones, espaciamientos y tamaños, humectando no sólo las raíces de la planta, sino también sus hojas y tallos. Su eficiencia de riego es de 80-85% pues aunque es sencillo de controlar, si la presión entre los aspersores es desigual, la distribución de agua puede dejar de ser uniforme.
Por otro lado, la micro aspersión consume aún menos agua pues se aplica como una lluvia fina directamente en la zona radicular de la planta, con un riesgo menor de que propague enfermedades. Aunque su eficiencia es de 85-90%, requiere un poco más de mantenimiento, pues se debe evitar que los pequeños orificios de los micro aspersores se bloqueen.
Por último, el riego por goteo distribuye el líquido gota a gota directamente a las raíces de la planta a través de mangueras o pequeños reservorios. Es el sistema más eficiente en términos de uso de agua, con una eficiencia de 90-95%, debido a que se puede controlar eficazmente la cantidad y el momento del riego, con un peligro mínimo de dispersión de plagas o enfermedades.
Este sistema superior se puede implementar en cultivos de cualquier tamaño, ya sea en campo abierto o cultivos hidropónicos. Resulta ideal para regiones áridas donde escasea el agua, pues ayuda a mantener un nivel constante de humedad en el suelo, evitando la evaporación y asegurando que la planta tenga líquido disponible todo el tiempo, de manera uniforme.
El riego por goteo es muy adaptable, pudiendo complementarse con otras herramientas o sistemas. Por ejemplo, puede ser automatizado mediante sensores de humedad y programas de control de riego para aumentar el rendimiento, o combinarse con fertilizantes o nutrientes para implementar en los campos, llevando a cabo la fertirrigación.
En cuanto al medio ambiente, el riego por goteo evita la contaminación de los mantos freáticos, conserva la composición del suelo, y reduce la presencia de malezas no deseadas. Además, si el agua utilizada se extrae de pozos profundos, el uso de electricidad y combustible se reduce.
Para incrementar la productividad de tus cultivos y aprovechar el potencial de tus campos, es vital que te mantengas al tanto sobre las innovaciones que surgen en la tecnología agrícola.
Las recomendaciones en este artículo están basadas en información obtenida de las fuentes citadas y deberán ser usadas como una referencia rápida para información acerca de:
http://hidroponia.mx/cual-es-la-importancia-del-riego-por-goteo/
https://www.intagri.com/articulos/cereales/introduccion-al-cultivo-de-maiz-en-riego-por-goteo
Imágenes obtenidas de lo siguientes sitios de internet, por orden:
http://rockymountaincompost.com/drip-irrigation-2/
http://www.infocampo.com.ar/riego-por-goteo-propuestas-y-beneficios-de-armar-un-sistema-propio/
El contenido de este artículo no debe ser sustituido por la opinión profesional de un productor, cultivador, agrónomo, especialista en fitopatología, y profesiones similares relacionadas con este cultivo específico.