En la agricultura hay muchos factores que pueden determinar la productividad de tu campo, como el manejo del agua, la mano de obra, la nutrición de las plantas e incluso las herramientas que se usen. En este artículo revisaremos por qué es importante que analices a profundidad la composición de tu suelo, y también veremos las características de los aminoácidos con los que puedes enriquecer tus campos de manera inteligente.
Antes, cuando no había un fácil acceso a tecnología o información moderna, se llegaba a pensar que una mala cosecha se debía solamente a cuestiones climáticas o genéticas; hoy en día los especialistas enseñan e insisten que la razón de que la producción no sea buena puede encontrarse en la tierra misma.
Entonces, si te preparas para hacer uso de fertilizantes o aminoácidos, lo primero que debes analizar detenidamente es el suelo con el que trabajas, pues al conocer tanto su fertilidad como composición podrás enriquecerlo de manera que sea aprovechado al máximo. Para esto, como productor debes trabajar en equipo con técnicos y especialistas que te ayuden a hacer estos análisis de manera periódica.
Lo básico que debes conocer para estar al tanto de la composición de tu tierra es el porcentaje de bases intercambiables que tiene. El ideal que presenta un suelo saludable es: 65-75% Calcio, 10-20% Magnesio, 5-7% Potasio, y menos del 5% deben corresponder a Sodio, Hidrógeno o Aluminio.
Otro componente muy importante que debes estudiar es la capacidad de intercambio catiónico que tiene el suelo de tus cultivos. En pocas palabras esto se trata de la capacidad que tiene el suelo para absorber nutrientes y agua por medio de procesos químicos.
Igualmente, si como productor deseas tener un buen aliado que te ayude a mantener fértil tus campos, considera usar microorganismos, como bacilos o micorrizas, que le darán fertilidad de manera natural a tus tierras.
Además, como segunda variable a analizar está el agua, la cual te recomendamos examinar por lo menos una vez al año. Si no estás familiarizado con la composición del agua que usas en tus campos, existe la posibilidad de que al momento en que uses fertilizantes haya efectos negativos, como que ocurran reacciones químicas con otros elementos que dañarán tus plantas, o simplemente que desperdicies dinero al usar fertilizante que no surtirá efecto alguno.
Además de otros asuntos en cuanto a las propiedades del agua, como la conductividad eléctrica o las sales totales en ella, es también muy importante que conozcas su pH, pues si es superior de 7 significa que contiene bicarbonatos, que pueden reaccionar con elementos como el calcio o magnesio, y darán como resultado minerales insolubles que son dañinos para tus cultivos.
Para evitar estas reacciones entre elementos, o desperdicios de recursos materiales, es necesario que conozcas los componentes que se encuentran en la tierra. Los tres más importantes son los siguientes:
- Nitrógeno – Este elemento es el que más aplicas al usar fertilizantes. Es necesario para la síntesis de clorofila, además de que favorece y estimula la multiplicación celular. Se trata de un elemento muy móvil, es decir que dependiendo de las características del suelo, el nitrógeno puede entrar a la tierra a profundidad o permanecer en la superficie.
- Fósforo – Es esencial para reacciones enzimáticas dentro de las células, sobre todo en el transporte de energía. El fósforo también sirve para el desarrollo de dos partes vitales de una planta: el sistema radicular y las flores. En cuanto a la floración, si a simple vista las flores son pálidas, indica deficiencia de fósforo, y significará que los insectos polinizadores como los abejorros no serán atraídos a ellas. Una consideración más sobre este elemento es que es altamente reactivo, por lo que debes ser muy cuidadoso al ver qué tipo de fertilizante usarás.
- Potasio – Resulta vital en regiones donde es común que haga calor, pues ayuda a que los estomas de las plantas se cierren cuando es debido, lo que evita que se deshidraten. También sirve para aumentar la resistencia ante enfermedades, plagas y heladas; en esto hay que ser cuidadoso, pues si una planta no tiene una cantidad de potasio adecuada, se mantendrá débil no importando que le agregues fertilizantes a base de nitrógeno.
Conforme pasan los años el suelo se va deteriorando si no se toman las medidas necesarias a tiempo. Esperamos que este artículo contribuya a que la productividad de tus campos vaya siempre en aumento y puedas disfrutar mejor de los frutos de tu trabajo. ¡Te deseamos una excelente cosecha!
Las recomendaciones en este artículo están basadas en información obtenida de las investigaciones de expertos y especialistas de Seminis, y deberán ser usadas como una referencia rápida para información acerca del tema tratado.
El contenido de este artículo no debe ser sustituido por la opinión profesional de un productor, cultivador, agrónomo, especialista en fitopatología, y profesiones similares relacionadas con este tema en específico.