27 de febrero de 2018
El pimiento está dominando el campo gracias a su abundante producción, alta adaptabilidad y competitividad en el mercado, lo que ha logrado que sea de los preferidos por los agricultores mexicanos. Para mantenerte actualizado, Seminis te presenta el siguiente artículo breve sobre este cultivo que agrega diversidad, calidad y color a la industria agrícola.
Éxito en cifras
El pimiento ha tomado tanta fuerza en los últimos años, que está a punto de arrebatar al aguacate el segundo lugar en exportaciones agrícolas, y esto no es para sorprenderse, puesto que en los últimos dos años la producción de pimiento en todas sus variedades se ha elevado a las 104.4 mil toneladas, con un valor de mil 491 millones de pesos.
Esta impresionante productividad, que se da principalmente en los estados de Guanajuato, Jalisco, Querétaro, Durango y Coahuila, ha logrado que nuestro país se encuentre en el segundo lugar de producción de pimiento en el mundo, siendo sólo superado por China.
El importador más fuerte es Estados Unidos pues representa más del 90% de las exportaciones totales que México tiene de este fruto. 87% del pimiento que consumen los estadounidenses proviene de tierras mexicanas.
Especificaciones generales
Lo primero que el productor debe tomar en cuenta es que una variedad de pimiento puede tener un buen rendimiento en una localidad o momento de la temporada, y al mismo tiempo tener un rendimiento muy distinto en otros lugares y momentos. Es por esto que se tiene que tener muy presente qué variedad se adapta mejor a cada localidad, ya sea que se vaya a cultivar en campo abierto, bajo malla o en invernadero.
El pimiento posee un sistema radicular profundo y se produce en todo tipo de suelo, pero resulta más productivo en suelos bien drenados, con un pH ligeramente ácido (5.8 a 6.6) y con textura limosa o limo-arenosa. Se recomienda cultivarlo en zonas donde la temperatura vaya desde los 18 a los 30 grados centígrados.
Temperaturas por debajo o encima de esto puede afectar negativamente a las plantas, provocando aborto floral o de fruto, baja calidad de producto, etc.
Además de estos problemas provocados por el clima inadecuado, las principales plagas del pimiento son los trips y la mosca blanca, y las enfermedades que puede padecer son Fusarium, mildiú polvo, diversas virosis, y más importante, la mancha bacteriana. Para prevenir estas enfermedades se debe elegir variedades resistentes a las características de cada localidad que puedan afectar la productividad, como son la alta humedad o lluvias frecuentes.
Si se sortean estos problemas restará tomar la decisión de cómo manejar el cultivo de los pimientos.
Las recomendaciones generales que aplican para toda variedad de pimiento, son primero que se trata de una planta que debe ser trasplantada, no sembrada directamente en el campo, con una proporción de 14 mil a 30 mil plantas por hectárea. Además, el pimiento es una planta que demanda mucha agua y riego regular, y si se atienden correctamente estas características, los frutos estarán listos para cosecharse en 70 a 80 días.
Debe notarse que las plantas más altas tienen mayor producción pero requieren cuidados especiales, como la colocación de estacas o adecuación del espaciado entre plantas; por su parte las plantas bajas tienen un patrón continuo de floración.
El tamaño de los frutos comerciales se clasifica en mediano, grande, extra grande, jumbo y super jumbo; el tamaño depende del mercado al que se dirige el pimiento, siendo los medianos dirigidos a procesadores y distribuidores a gran escala, y los más grandes a quienes procesan y venden pimientos en cubos o a vendedores a detalle de especialidad.
En cuanto a la forma del fruto, lo más común es un pimiento en forma de bloque, de cuatro lados con relación de ancho y largo de 1:1 a 1:1.2, aunque el largo de este puede aumentar en temperaturas elevadas.
Sobre el color en que se pinta el pimiento, lo más importante es que esta coloración debe ser uniforme, sin tener manchas o partes más obscuras o claras que otras.
Normalmente se tiene la idea errónea de que los diferentes colores del pimiento sólo indican distintas etapas de maduración del fruto, cuando la realidad es que los pimientos amarillos son una variedad diferente a los de color verde y rojo.
Los pimientos rojos y amarillos tienen un leve gusto dulce, mientras que los verdes son más bien amargos; pero si lo que se busca es la alternativa más nutritiva, el pimiento rojo es la mejor opción, pues aporta vitaminas C y B6, es un gran antioxidante por sus betacarotenos y vitamina E, y además tiene una gran cantidad de licopeno lo que lo convierte en anticancerígeno pues combate los radicales libres que dañan nuestro cuerpo.
Además de ofrecer pimientos color rojo, como Caravaggio, y amarillos, como Kitrino, Seminis innova al presentar próximamente un nuevo pimiento naranja llamado Tamayo.
¡Pruébalos!
La importancia del pimiento en el mercado agrícola mexicano no debe ser subestimada, pues los resultados obtenidos por los agricultores decididos a invertir en este fruto son más que excelentes.
¡Dale un lugar en tus cultivos al pimiento mexicano y ve cómo tu campo se pinta de colores!
Las recomendaciones en este artículo están basadas en información obtenida de las
fuentes citadas y deberán ser usadas como una referencia rápida para información acerca
de:
http://gcrec.ifas.ufl.edu/media/gcrecifasufledu/docs/zhengfei/FE—Bell-Pepper.pdf
http://www.sagarpa.gob.mx/Delegaciones/nayarit/boletines/Paginas/BNSAGENE052017.aspx
http://www.elfinanciero.com.mx/economia/pimientos-cerca-de-desbancar-a-los-aguacates.html
http://descubri.monsanto.com.ar/notas/parecidos-pero-no-tanto-los-morrones-y-sus-colores/
El contenido de este artículo no debe ser sustituido por la opinión profesional de un productor, cultivador, agrónomo, especialista en fitopatología, y profesiones similares relacionadas con este cultivo específico.