Plástico biodegradable: del petróleo al tomate

¿Alguna vez te imaginaste un envase elaborado con piel de algún vegetal? Pues actualmente investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) junto con la Universidad de Málaga, han logrado crear plástico biodegradable con la piel del tomate y lo más interesante de todo es que pretenden incluirlo como una opción “green” para la elaboración de envases que hoy se realizan con derivados del petróleo.

 

Tal vez te preguntarás cómo es posible esto. La epidermis del tomate tiene propiedades viscoelásticas, de impermeabilidad al agua y de protección a la pérdida de líquidos y al ataque de parásitos que la hacen muy útil para la creación de plásticos.

 

Hay otros frutos, como el pimiento, que también tienen estas mismas propiedades, sin embargo los investigadores se inclinaron por el tomate dada la producción masiva de este fruto, pues la epidermis la obtienen de los desechos agrícolas que pelan los tomateros antes de distribuirlos.

 

Antonio Heredia y José Jesús Benítez son los autores de esta investigación, la cual iniciaron hace más de una década al examinar las aplicaciones de las pieles de plantas, conocidas como cutinas vegetales.

 

Una gran ventaja de este proyecto es sin duda el carácter biodegradable y el impacto positivo que generaría en el medio ambiente, sin embargo, esta investigación aún no contempla la elaboración de grandes bolsas u objetos de plástico, sino que por el momento está pensada para recubrir las clásicas latas de aluminio y envases pequeños, como los de los cosméticos.

 

De igual forma, algunos componentes derivados del petróleo están prohibidos para su uso en artículos infantiles, por lo que esto podría ser una ventana de oportunidad para implementar la alternativa que promueven estos expertos.

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