“¿Cuándo cosechar?” es una pregunta fundamental en la mente de todo agricultor, pues retrasar o adelantar la cosecha puede afectar la vida de anaquel de la producción y su valor en el mercado.
Para saber cuál es el momento idóneo de cosecha hay que tener claro el grado de madurez que estamos buscando en el producto, pues hay que tomar en cuenta el clima, el almacenamiento, la distancia al punto de venta y el uso que se le dará a la producción.
Es decir, el índice de madurez va de la mano de los requerimientos de calidad necesarios para comercializar el fruto y sus niveles de desarrollo naturales.
Este índice se calcula observando y midiendo los cambios en el tamaño, forma y peso del fruto en sus etapas de desarrollo. Por ejemplo: cuando la zona de abscisión entre el fruto y el pedicelo que lo une a la planta tiene la distancia necesaria para cosecharlo con facilidad; cuando vemos que obtiene el color que buscamos o lo sentimos con la textura y firmeza que queremos.
Incluso, hay frutos climáticos, como el chile y los tomates, que continúan desarrollándose después de la cosecha, por lo que hay que contemplar los cambios que desarrollen en el camino.
Algunos índices de madurez según el cultivo son:
- Brócoli: sus floretes son firmes con un rico color verde. El diámetro de su terminal debe ser de al menos tres pulgadas y sus tallos deben medir 8 pulgadas aproximadamente.
- Cebolla: cuando la planta superior de la planta comienza a secarse e inclinarse hacia abajo está lista para cosecharse.
- Lechuga: los principales indicadores de madurez son su tamaño, firmeza y solidez, así como el tono verde de sus hojas.
- Melón: se reconoce su madurez por el aroma, el cambio de color interno, el sonido hueco que hace al golpearlo y la firmeza con ligero regreso al presionarlo.
- Pepino: se distingue por su color y tamaño de al menos 6 pulgadas de largo.
- Pimiento: los verdes toman un tono más claro y uniforme. Además, se deben formar sus lóculos y sentirse firmes y pesados.
- Sandía: debe sentirse hueca y pesada. La parte inferior debe tener un tono amarillento.
- Tomate: los niveles de madurez dependen de la variedad y el destino, pues continúan su desarrollo después de la cosecha. Un tomate maduro tiene un tono rojizo, una pulpa gelatinosa y una consistencia firme.
Cuidados post-cosecha
El reto, después de la cosecha, es garantizar que el producto llegue en las mejores condiciones a su destino. Esto lo conseguimos conociendo los factores biológicos y del entorno involucrados en el desarrollo de nuestra producción, y usando la tecnología post-cosecha para retroceder la etapa de senescencia del fruto.
El cuidado post-cosecha nos permitirá controlar los cambios metabólicos del fruto y sus niveles de humedad, prevenir daños como golpes y cortadas y evitar incidentes que puedan poner en riesgo la salud del fruto, como plagas, bacterias o insectos.
Algunas de las principales causas de pérdidas de calidad post-cosecha en las hortalizas son: daños mecánicos, pudrición, pérdidas de agua y el cambio de temperatura que afecta los niveles de respiración y humedad.
Recuerda que los resultados que obtengamos en el campo dependen también de condiciones externas y del manejo por parte del productor. Para más información acerca de los cuidados post-cosecha, ingresa aquí.
Las recomendaciones en este artículo están basadas en información obtenida de las fuentes citadas y deberán ser usadas como una referencia rápida para información acerca de:
http://ucanr.edu/datastoreFiles/234-2711.pdf
http://ucanr.edu/datastoreFiles/234-454.pdf
http://www.fao.org/Wairdocs/X5403S/x5403s04.htm
http://www.bookstore.ksre.ksu.edu/pubs/mf1175.pdf
http://fruitandnuteducation.ucdavis.edu/files/162046.pdf
http://www.fao.org/docrep/006/Y4893S/y4893s04.htm#bm04.2
http://www.utm.mx/temas/temas-docs/ensayo1t30.pdf
El contenido de este artículo no debe ser sustituido por la opinión profesional de un productor, cultivador, agrónomo, especialista en fitopatología, y profesiones similares relacionadas con este cultivo específico.